Originaria del Valle del Zenne, al sur de Bruselas, debe su nombre a un juego de dados que se jugaba en una cervecería de la zona. La partida acababa súbitamente en una última tirada, ya que los trabajadores que paraban allí a descansar, no tenían más tiempo para quedarse. El juego se hizo tan popular, que el dueño acabó cambiando el nombre del local.
Es una cerveza tipo Lambic, es decir, fermenta espontáneamente sin necesidad de añadir levaduras, solamente con la acción de la flora autóctona de la región. Un mínimo de 6 meses en barricas de roble al aire libre son suficientes para darle ese sabor afrutado y delicioso, que Napoleón catalogó como "champán belga".
Al verter Mort Subite, se nota espesa y con cuerpo. Es de color granate oscuro con tonos púrpuras. La espuma, no demasiado abundante por la poca gasificación, coge ligeramente esos tonos. Se sirve en copa tipo flauta, a una temperatura de 6-8ºC y hace un buen maridaje con tartas de frutas.
Rompe con lo habitual, abre puertas a lo sorprendente e impresiona con un postre especial bañado con Mort Subite.
Foto: cortesía de Manuel Tortosa.
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