Un alimento tan antiguo como sano, el Laban,
proveniente sobretodo de la cocina libanesa y siria, se ha extendido a todas
aquellas naciones de influencia árabe y por consiguiente, a todos los países a
los que han emigrado estos pueblos.
El Laban es leche fermentada en alta
pasteurización, lo que indica que ha sido sometida a un proceso de fermentación
que origina una disminución en la
lactosa, haciéndola más digerible, y mejorando el tránsito intestinal.
El Laban no es leche pero tampoco es yogur,
realmente es un alimento diferente, no se trata de un producto de desayuno, ni
para tomar con cereales, más bien podría considerarse un entrante. Su sabor es
muy rico, no es tan denso como el yogur líquido, es algo ácido y ligeramente
espumoso.
En el mundo árabe es muy popular, acompaña
a muchas comidas y se elaboran muchas recetas; su importancia en los hábitos de consumo es tal, que cerca
del 70% de la producción láctea se destina precisamente a la elaboración del
Laban.
En España ha empezado a comercializarse y
actualmente se puede encontrar en los supermercados. Bebidas Alhabia te acerca
este nuevo producto de la mano de “El Pastoret de la Segarra”. ¿Te vas a quedar
sin probarlo?
Fuentes:
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