viernes, 1 de febrero de 2013

¿Qué pasó un mes después...?

En el top ten de los propósitos del nuevo año, siempre hay un hueco para la alimentación. Comer mejor, más sano y a su hora, hacer deporte, dejar de fumar, aprender idiomas y dedicar más tiempo a los nuestros, son los más repetidos.


Pero, ¿qué pasa un mes después? ¿Qué pasa 30 días después de la Navidad, punto de partida de los nuevos retos? ¿Se han abandonado esos buenos hábitos, para caer en la tentación, por ejemplo, de las dietas folclóricas? La dieta del melocotón, de la alcachofa, de la piña, del agua, del atún... Y así hasta un sin fin de dietas que van de boca en boca y que no tienen fundamento científico alguno. Son difíciles de seguir durante mucho tiempo, por lo restrictivas que son y el hambre que se pasa. Se pierde peso rápido, pero tiene efecto rebote, esto es, se recupera aun más, en un corto espacio de tiempo. 

Las dietas disociadas no son mucho mejores. Son exageradamente desequilibradas, ya que te permiten comer de un tipo de nutrientes y de otros no, por tanto, a la larga, tendremos carencias. Pueden conseguir una pérdida de peso importante pero, seguidas durante largo periodo de tiempo, pueden producir efectos secundarios negativos. Sería el caso de la dieta Dukan.

Otras dietas, tienen nombre propio, como la de Montignac. Se basa en no mezclar ciertos alimentos, como proteínas e hidratos, grasas e hidratos, etc. Lo cierto es que haciendo esto, conseguimos comidas menos calóricas, porque se ingieren menos calorías, si al pescado o a la carne, le quitamos las patatas o el pan. 
Es el mismo caso de la dieta por puntos. Tenemos un máximo a consumir en el día, y los alimentos tienen más puntos, cuanto más calóricos sean.

No se trata de dietas maravillosas, se trata de hábitos, educación alimentaria, autocontrol y motivación. Lo ideal es una dieta elaborada por un profesional, que consigue una lenta pero continua pérdida de peso sin pasar hambre. Requiere seguimiento y control periódico y evita el efecto rebote. Son dietas que educan por sí mismas, y como nunca es tarde para aprender, sigamos las directrices de la laureada dieta mediterránea. Buen provecho!

Victoria Tortosa

1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo! Que bien escrito está, no se puede decir mejor! Por supuesto que la mejor es la dieta mediterránea, y para los que tenemos problemas de sobrepeso, medir las cantidades y ya está, pero a comer de todo, y a mover el cuerpo, no hay más.
    Por cierto, pregunta de nuevo en marzo... ;)

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